lunes, 19 de septiembre de 2011

100 días

Se cumplen 100 días de gobierno local. Sería momento de hacer balance del actual gobierno, pero eso lo dejo para vosotros.

Hoy os hablaré de recuerdos. De otros 100 primeros días: los que viví yo en 2003.

Se cumplen 8 años y cien días de mi primera toma de posesión como Alcalde de La Llagosta. Había sido concejal de cultura, juventud y participación ciudadana anteriormente. Pero aún habiendo sido concejal, las primeras experiencias como Alcalde no tenían nada que ver con las vivencias anteriores.

El proceso electoral previo fue duro. Venía marcado por una profunda crisis interna en el PSC. Adelino Macías (Ciutadans de la LLagosta, CpLL) era el Alcalde.

La campaña fue dura también en los mensajes. Aún recuerdo algunos de los ‘recados’ que me enviaron, especialmente el de ‘El paracaidista’.

Escuché por primera vez  este calificativo hacia mí en un miting de un experto y veterano político de ICV de este pueblo llamado Pedro Fernández. Según él (y otros que también le copiaron) yo no merecía ser Alcalde por haber ‘aterrizado’ sólo cuatro años antes en La Llagosta.

Recuerdo también perfectamente cual fue el primer gran tema que aprobamos en el pleno: la licitación de las obras de nuestro Centro Cultural. También por aquella época, estaba en marcha la construcción de otro importante equipamiento: ‘El Turó’.

¿Qué nos encontramos? Sencillamente que los cálculos económicos que se habían hecho para financiar las inversiones desde la Regidoria d’Hisenda de entonces (también Adelino Macías) tenían algunos ‘pequeños’ desajustes.

Eran tan pequeños que para poder pagar las obras el Ayuntamiento necesitó solicitar más de 2 millones de € en créditos para financiar esos dos equipamientos.

Consecuencia: nos encontramos un ayuntamiento que liquidaba en negativo y endeudado al 114%. Hoy estamos al 70% de endeudamiento, hemos liquidado el presupuesto 2010 en positivo, hemos dejado casi un millón de € en la caja y no dejo de escuchar llantos y quejas de que estamos en bancarrota.

Aquellos primeros meses la situación económica del  ayuntamiento era muchísimo más complicada que la actual. Nos vimos obligados a entrar en un duro plan de saneamiento. Tuvimos que reducir drásticamente el gasto corriente. No teníamos capacidad para nuevas inversiones. Disponíamos de 120.000 € en inversiones para todo el pueblo y para todo el año.

Hubiera sido fácil huir hacia atrás, propagando a los cuatro vientos por los rincones de La Llagosta, acusando a algunos de su ‘culpabilidad’ por situarnos al borde del colapso económico.

No lo hicimos. En lugar de lamentos, reproches al pasado o acusaciones, nos arremangamos. Dedicamos de inmediato todo nuestro esfuerzo en trabajar en dos direcciones: estabilizar las desequilibradas finanzas municipales y conseguir recursos externos de otras administraciones.

¿Hubiera servido de algo la queja o el lamento?

En lugar de reproches, tampoco se nos ocurrió nunca llamar xenófobo o racista a Pedro Fernández por sus desafortunados comentarios sobre mi pasado.

Sabemos que nadie de los que se han dedicado o se dedican a la política local lo son.

Al contrario, desde el gobierno pasamos página, limamos asperezas y tendimos la mano para que ICV se incorporara poco después al gobierno, aún sin ser necesarios

Han pasado 8 años de mis primeros 100 días de gobierno.

A aquellos que hoy están en las mismas circunstancias que yo viví, no les puedo decir cómo deben actuar.

De todos modos, la primera rueda de prensa del Alcalde y los nuevos miembros del gobierno arremetiendo contra nosotros ya apuntó hacía donde iban.

Hasta ahora había visto a muchas oposiciones romper los 100 días de cortesía hacia un gobierno. Por primera vez he contemplado cómo un equipo de gobierno los rompía, atacando públicamente a la oposición en menos de un mes. No han parado de hacerlo hasta ahora.

No soy nadie para dar consejos. Únicamente le pido una cosa a nuestro gobierno municipal: que se arremanguen YA y trabajen para el pueblo. PARA TODO EL PUEBLO.

Con la que está cayendo no podemos permitirnos ni un solo día más de un gobierno que solo habla del pasado para hundirlo a toda costa.

En la situación actual y ante un futuro tan incierto, la responsabilidad y la obligación de un gobernante sólo puede ser una:

Dedicarse al 100% a resolver los problemas del presente y a planificar nuestro futuro. Es decir, a gobernar.

Señores del gobierno, dejen la oposición a quien nos corresponde.

Comiencen ya a gobernar.  La oposición somos nosotros, no ustedes.