lunes, 14 de noviembre de 2011

Las herramientas perfectas

Hace tiempo, poco antes de las últimas elecciones autonómicas, mantuve una conversación con un vecino de La Llagosta. Estos días aquella charla ha venido a mi mente.
Recuerdo perfectamente de lo que hablamos.
Le argumenté que en aquellas elecciones lo que estaba en juego en Catalunya era el mantenimiento de unos servicios básicos que a lo largo de estos años de democracia habíamos creado entre todos.
Que entre todos se había consolidado un escudo, una red, que, desde los poderes públicos, nos otorgaba una cierta protección ante las vicisitudes de la vida ofreciéndonos unos servicios básicos de un nivel mucho más que aceptable en ámbitos como la salud, los servicios sociales, el desempleo o la jubilación.
A todo lo anterior, siempre he añadido y priorizado otro servicio para mí fundamental: LA EDUCACIÓN.  Un ámbito que no solo actúa como escudo ante la exclusión y los problemas, si no que puede llegar a convertirse a lo largo de la vida, en trampolín de oportunidades.
Gracias al modelo educativo del que nos hemos dotado, cualquier  individuo, en base a la conjunción proporcionada de  esfuerzo,  sacrificio y capacidad puede tener la oportunidad de progresar.
A los socialistas podrán acusarnos de algunas cosas. En mi opinión nos hemos equivocado en algunos aspectos de la política económica.
Pienso que no debimos bajar los impuestos en época de bonanza. Posiblemente no ponderamos bien los efectos devastadores de una crisis que,  aún sin causarla, se nos venía encima.
En realidad nadie ponderó bien la crisis.
Quizás no supimos prever ni corregir a tiempo el tremendo mal que estaba causando la famosa ley del suelo promulgada a finales de los ’90 por el PP de Aznar que provocó la posterior burbuja inmobiliaria.
Y quizás también nos hemos equivocado en la forma de aplicar un sacrificio que no quedaba más remedio que asumir. Debimos comenzar por los de arriba al mismo tiempo o antes que por los de abajo y repartir más uniformemente el  ‘batacazo’ entre unos y otros.
Somos responsables de todo eso, y probablemente de alguna cosa más. Aunque dudo que cualquier otro gobierno no hubiera actuado igual en las mismas circunstancias ante la tormenta económica perfecta.
Pero nunca nadie podrá negar que hemos sido los principales impulsores y defensores de esos servicios básicos. Posiblemente muchas de las medidas que se han tomado no tenían otro fin que mantenerlos en la medida de lo posible.
Siempre que hemos gobernado, la educación, la salud, las pensiones y los servicios sociales han crecido y mejorado. Siempre han sido prioritarios en las políticas que hemos aplicado. Sabemos que, sin ser perfectos, esos servicios han situado hasta ahora a nuestro país en un lugar privilegiado e incluso envidiado en la esfera internacional.
Y siempre hemos avanzado en derechos y libertades.
Quizás hoy es difícil avanzar. Pero, a pesar de los errores y a pesar de las circunstancias tremendamente adversas, sigo pensando que hoy por hoy somos la única alternativa que puede permitir mantener todos esos servicios en unas condiciones dignas.
Si no somos capaces de preservar esos servicios la salida de la crisis será únicamente económica, pero no social. 
Eso es lo peor que nos podría pasar.
La salida económica y laboral es necesaria para todos. La salida social es imprescindible para muchos.
No quiero pensar en una salida únicamente económica de la crisis. No quiero ni pensar en un futuro donde mis hijos y nietos vivan bajo el único imperio de la economía, sin ningún escudo protector en lo social ni ningún trampolín de oportunidades que les permita mejorar.
En aquella conversación, el vecino defendía que cualquier partido trabajaría para mantener los servicios públicos. Le trasladé mis dudas y le definí a CiU como el instrumento político perfecto de los mercados para desmantelar (no tan solo recortar) los servicios básicos en Catalunya.
A las pruebas me remito.
¿Acaso pensáis que el PP va a hacer algo diferente a lo que hace CiU en Catalunya o a lo que hacen ellos mismos en las autonomías donde ya gobiernan? ¿Por qué creéis que no nos cuentan su programa?
Que no os atraigan los cantos de sirenas.
Hoy por hoy, el PSOE es el único partido (y Rubalcaba el único candidato), que pueden frenar la victoria final de los mercados:
Poner al frente del país al PP y a Rajoy, las herramientas perfectas para la destrucción de nuestro modelo público social.
Aún estamos a tiempo de evitarlo. Yo pienso pelear por lo que quiero.